Lima es una ciudad fascinante, llena de historia y modernidad, y uno de mis lugares favoritos es el Jirón de la Unión. Durante mis años en la Universidad Federico Villarreal, mis amigos y yo solíamos recorrer sus calles en el centro de Lima, disfrutando de la arquitectura colonial y la vibrante energía de la Plaza San Martín.
En mi rol en Employer Branding en Yango, me esfuerzo por promover el crecimiento profesional en la ciudad al conectar el talento local con oportunidades internacionales. Es gratificante ver cómo mi trabajo contribuye a hacer de Lima un lugar donde las personas pueden prosperar y dejar su huella en un contexto global.
Para mí, Lima es como un diario lleno de recuerdos en cada esquina: el lugar con el mejor ceviche, las salidas con amigos, los momentos inolvidables. Uno de esos lugares es el bar Treff en Miraflores, donde me reúno con mis colegas, que son como mi segunda familia. Estos momentos me han enseñado el valor de la camaradería y el apoyo mutuo, valores que llevo conmigo en mi rol como Líder de Soporte a Conductores en Yango.
En mi trabajo, me esfuerzo por asegurar que cada conductor se sienta respaldado y sepa que no está solo en sus tareas diarias. Al mejorar su experiencia y ayudarlos a superar desafíos, estamos contribuyendo a una Lima donde cada conductor se sienta seguro y motivado para dar lo mejor de sí, transformando la ciudad en un lugar donde todos pueden avanzar juntos.
Mi lugar favorito en Lima es el Pentagonito en San Borja, un espacio que me ha enseñado la importancia de la disciplina y el crecimiento personal a través del deporte y las actividades comunitarias. Aplico estos mismos valores en mi trabajo, donde buscamos crear un entorno que fomente el desarrollo y la colaboración entre equipos en toda la región.
Apoyando el talento local en Lima, estamos construyendo una comunidad laboral más sólida y conectada, donde los empleados tienen el espacio para crecer profesionalmente y hacer contribuciones significativas. De esta manera, mi trabajo no solo transforma a Yango, sino que también tiene un impacto positivo en Lima al promover una cultura de desarrollo y bienestar que fortalece la ciudad.
Disfruto explorando Lima y descubriendo nuevos lugares, como el centro y Barranco. Sin embargo, 'El Erizo Marino' en San Martín de Porres es mi lugar favorito, donde comparto buenos momentos con mi familia. Esta conexión con la ciudad y con los lugares que la hacen única me inspira en mi rol como Key Account Manager en Yango.
Siempre trato de construir relaciones sólidas y generar confianza con nuestros socios, lo que ayuda a crear conexiones que impulsan el crecimiento económico local. Al trabajar con empresas en Lima, ayudamos a fortalecer sus operaciones y desarrollar estrategias que generan más oportunidades, beneficiando a la ciudad y a quienes, como yo, valoran todo lo que Lima tiene para ofrecer.
Desde que llegué a Lima hace tres años, he encontrado lugares que me hacen sentir como en casa, como Pasta en San Isidro, Awicha en Barranco y el bar CHÉ CHÁ, donde celebramos logros laborales con colegas y disfrutamos de buena compañía.
Gestiono las operaciones para asegurar que nuestros servicios funcionen sin contratiempos, brindando a los usuarios una experiencia de movilidad eficiente y confiable. Al optimizar nuestras operaciones, ayudamos a hacer de Lima una ciudad más conectada y accesible, donde todos puedan moverse y disfrutar de la ciudad que he llegado a apreciar profundamente.
En mi familia, tenemos una tradición que valoramos mucho: visitar el Parque de las Leyendas en San Miguel. Es un lugar donde me desconecto de la rutina diaria y me conecto con lo que más importa, mi familia.
Este equilibrio entre trabajo y vida personal me inspira en mi rol en Yango, donde busco crear campañas que también resaltan la importancia de la conexión en Lima. A través de nuestras estrategias, trabajamos para asegurar que los servicios de Yango respondan a las necesidades de la ciudad, generando un impacto positivo que no solo beneficia a los conductores locales, sino que también mejora la vida de nuestros usuarios, ayudando a construir una Lima más conectada.
Cada distrito de Lima tiene su propio ritmo y personalidad. San Bartolo, donde vivo, me ofrece paz, mientras que Miraflores es vibrante y moderno. Pero el lugar más especial para mí es el restaurante 'El Characato' en San Borja, un lugar lleno de recuerdos familiares que me enseñaron la importancia de pasar tiempo en familia y el servicio.
En mi rol como Líder de Soporte en Yango, llevo esa lección conmigo, buscando brindar una experiencia que no solo resuelva problemas, sino que también ofrezca empatía y cuidado. Al asegurar que cada usuario se sienta escuchado y valorado, creo que contribuyo a hacer de Lima una ciudad donde el servicio y la calidad de atención son prioridades, fomentando un ambiente en el que las personas puedan confiar y sentirse bien atendidas.
Para mí, el puerto del Callao simboliza la cultura y la historia de Perú, y crecer allí me dio una perspectiva única. Como chalaca, aprendí a conectar con las personas de manera genuina, valorando nuestras raíces y celebrando nuestra diversidad.
Como Marketing Manager en Yango, me inspiro en esa conexión para desarrollar estrategias que resalten la riqueza cultural de Lima y hablen directamente a su gente. A través de nuestras campañas, buscamos no solo promocionar servicios, sino también conectar a personas y negocios locales con oportunidades que potencien su crecimiento, contribuyendo al desarrollo de la ciudad y fortaleciendo su identidad.
Lima tiene atardeceres impresionantes, y uno de los mejores lugares para disfrutarlos es el restaurante Mangos en Larcomar. Fue uno de los primeros lugares que visité al llegar a Perú, y con un Pisco Sour en mano y el océano de fondo, Lima dejó una impresión inolvidable en mí. Esa conexión emocional que siento por Lima me inspira en mi rol.
A través de nuestras campañas, busco capturar esa esencia única de la ciudad y compartirla tanto con locales como con visitantes. En cada estrategia de marketing, nos esforzamos por resaltar lo que hace especial a Lima, promoviendo su cultura y conectando a las personas para crear experiencias memorables. De esta forma, ayudamos a transformar a Lima en un destino más atractivo y accesible para todos.
Lima se convirtió para mí no solo en una ventana a América Latina, sino también en una puerta hacia una cultura rica y diversa. El Museo Larco, con su colección de figurillas precolombinas y representaciones de la vida en las civilizaciones Inca y Moche, me inspira profundamente al reflejar historias universales en un contexto local.
Esta conexión entre lo global y lo local guía mi trabajo, donde celebramos la diversidad cultural en cada región. Al desarrollar estrategias que conectan experiencias locales con una visión global, construimos una marca que respeta y refleja las identidades únicas de cada lugar, incluida Lima, fomentando conexiones auténticas que enriquecen nuestras comunidades y comparten sus historias con el mundo.